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Semblanza
La historia de José Antonio «Totolo» Peña es la de un hombre que trascendió fronteras sin perder su esencia. Nacido en Puerto Plata, su espíritu inquieto y solidario lo llevó en la década de los 60 a la ciudad de Nueva York, donde se convirtió en un referente de unión y camaradería para su comunidad.
Desde el Bronx, en la intersección de Clinton Avenue y Prospect Avenue, Totolo se convirtió en el punto de encuentro de los «callejoneros» y otros dominicanos, puertorriqueños y ecuatorianos que buscaban un pedazo de hogar en tierras extranjeras. Con su carácter afable y conciliador, no solo generó espacios de fraternidad, sino que también actuó como mediador en los pequeños desacuerdos que surgían en medio de las tertulias.
Su compromiso con el bienestar de sus compatriotas se reflejó en su esfuerzo por brindar oportunidades laborales. A través del icónico restaurante Gigi Man, en la calle 64 y Broadway, ayudó a decenas de puertoplateños a encontrar empleo, permitiéndoles iniciar una nueva vida en la Gran Manzana. Entre ellos, figuran nombres como Diógenes Spignolio y Juan Villalona, quienes, al igual que él, dejaron huella en la comunidad.
Con el tiempo, Totolo regresó a su amada Puerto Plata, instalándose en el Ensanche Dubocq (Los Callejones), donde fundó “Mi Casita”, un negocio que aún hoy sigue siendo un punto de reunión, administrado por su familia. Su presencia en el pueblo es sinónimo de alegría, recuerdos y el característico humor que lo ha acompañado siempre.
Más que un personaje, Totolo es un símbolo de hermandad y comunidad. Como miembro fundador del grupo “Come Almendra” en el Malecón de Puerto Plata, sigue cultivando lazos de amistad, reafirmando su papel como el «maestro de dar cuerda» en el argot dominicano. Su vida es testimonio de humildad, entrega y un inquebrantable sentido de pertenencia.
José Antonio “Totolo” Peña no es solo un amigo; es una historia viviente, una leyenda de su gente.