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Por: Anulfo Vargas Vasquez II
La Reforma Fiscal en la República Dominicana, diseñada para mejorar la eficiencia del sistema tributario y promover la equidad social, presenta un conjunto de beneficios que, dependiendo de su implementación, pueden impactar a diversos sectores de la sociedad dominicana. En esta segunda parte del análisis, se examina quiénes podrían ser los beneficiarios directos e indirectos de esta reforma y cómo estos beneficios podrían manifestarse.
En los sectores más vulnerables de la sociedad dominicana podrían ser los principales beneficiarios de una reforma fiscal bien diseñada. A continuación, se destacan las formas en que estos grupos podrían beneficiarse:
Mejora en los Servicios Sociales: Uno de los objetivos de la reforma fiscal es aumentar la recaudación de impuestos, lo que permitiría al gobierno destinar más fondos a programas de asistencia social, educación y salud. La inversión en estos servicios públicos es crucial para mejorar la calidad de vida de los sectores más pobres, proporcionándoles acceso a atención médica adecuada, educación de calidad y programas de asistencia que puedan aliviar la pobreza.
Reducción de la Desigualdad: La introducción de impuestos más progresivos puede contribuir a la reducción de la desigualdad económica. Un sistema tributario que grava a los ciudadanos de acuerdo con su capacidad de pago garantiza que los más ricos contribuyan en mayor medida a los ingresos públicos, aliviando así la carga fiscal de los más pobres y reduciendo la brecha de ingresos.
Acceso a Infraestructura y Servicios Básicos: Con mayores ingresos fiscales, el gobierno podría invertir en infraestructuras esenciales como carreteras, suministro de agua potable y electricidad en comunidades desfavorecidas. Estas inversiones no solo mejoran las condiciones de vida, sino que también pueden generar oportunidades económicas al facilitar el acceso a mercados y servicios básicos.
Beneficios para los Pequeños Negocios y la Economía Informal: Creación de un Campo de Juego Equitativo: La eliminación de exenciones y privilegios fiscales que benefician a los sectores de altos ingresos y grandes empresas podría nivelar el terreno para los pequeños negocios y los trabajadores informales. Al crear un sistema fiscal más justo, los pequeños emprendedores podrían competir en igualdad de condiciones, fomentando el crecimiento de este sector y contribuyendo a la creación de empleo.
Formalización de la Economía Informal: Un sistema tributario más equitativo y menos oneroso para los pequeños negocios podría incentivar la formalización de la economía informal. Esto no solo ampliaría la base tributaria del país, sino que también ofrecería a los trabajadores informales acceso a beneficios de seguridad social y otras protecciones legales.
El Gobierno y la Sostenibilidad Fiscal: aumento de los Ingresos Públicos: Una reforma fiscal que logre incrementar la recaudación sin ahogar la actividad económica proporcionará al gobierno los recursos necesarios para financiar sus programas y políticas públicas. Esto es especialmente relevante en un contexto en el que la dependencia de la deuda externa puede limitar la autonomía fiscal y económica del país.
Reducción de la Dependencia de la Deuda Externa: Con una mayor recaudación de ingresos, el gobierno dominicano podría reducir su dependencia de empréstitos internacionales, mitigando los riesgos asociados con la deuda externa y las condiciones impuestas por los prestamistas. Esto contribuiría a una mayor autonomía en la formulación de políticas económicas y a la sostenibilidad fiscal a largo plazo.
Beneficios para la Sociedad en General: Promoción de la Justicia Social: Un sistema fiscal equitativo que redistribuya la riqueza de manera justa no solo beneficia a los sectores más pobres, sino que también promueve una sociedad más justa y cohesionada. La percepción de justicia en el sistema fiscal puede fortalecer el contrato social y la confianza en las instituciones públicas.
Estabilidad Económica y Social: Al reducir las desigualdades y proporcionar mejores servicios públicos, una reforma fiscal efectiva puede contribuir a la estabilidad económica y social del país. Una sociedad con menos desigualdad es menos propensa a conflictos y tensiones sociales, lo que es beneficioso para el clima de inversión y el desarrollo económico sostenido.
La Reforma Fiscal en la República Dominicana tiene el potencial de generar beneficios significativos para diversos sectores de la sociedad, especialmente para los más vulnerables, siempre y cuando se implemente de manera equitativa y eficiente. Los sectores más pobres, los pequeños negocios, y la economía en general se beneficiarán de un sistema fiscal que priorice la justicia, la equidad y la sostenibilidad. No obstante, el éxito de esta reforma dependerá en gran medida de la capacidad del gobierno para manejar el equilibrio entre la recaudación interna y la financiación externa, y de su compromiso para destinar los recursos adicionales a áreas prioritarias de gasto social.
La desigualdad económica y la distribución de la riqueza en la República Dominicana. La reforma fiscal, en este plan fiscal, debería enfocarse en una distribución más equitativa de los recursos, evitando que los sectores más poderosos económicamente se lleven la mayor parte del «pastel» y dejando a la mayoría de la población con porciones mínimas o insuficientes.
La riqueza en manos de unos pocos ha llevado a un estancamiento en el desarrollo social y económico del país. Esta desigualdad puede afectar el bienestar de las familias, limitando su acceso a servicios esenciales como educación, salud y oportunidades de empleo. Para corregir esto, una reforma fiscal debería enfocarse en implementar medidas que:
Mejoren la recaudación de impuestos de manera justa: Esto implica que quienes tienen mayores ingresos o propiedades paguen una proporción justa de impuestos, contribuyendo así al desarrollo del país. Inviertan en servicios públicos esenciales: Los recursos fiscales deben ser utilizados para mejorar la educación, la salud y la infraestructura, lo cual beneficiaría a la población en general y fomentaría el desarrollo económico.
Reduzcan la evasión y elusión fiscal: Asegurando que todos, especialmente las grandes empresas y los sectores más ricos, cumplan con sus obligaciones fiscales. Fomenten la transparencia y el buen uso de los recursos: Esto puede ayudar a recuperar la confianza de la población en las instituciones y en el sistema fiscal.
Es el objetivo encontrar un equilibrio donde todos los sectores contribuyan de manera justa al crecimiento y desarrollo del país, sin que unos pocos se beneficien a expensas de la mayoría. Esto no solo promovería un mayor bienestar para las familias, sino que también podría contribuir a una sociedad más justa y equitativa.