Getting your Trinity Audio player ready...
|
Nueva YorK.- Más de un millón de personas salieron a las calles el sábado en los 50 estados del país y en ciudades del extranjero, en lo que se ha convertido en la jornada de protesta más masiva desde que Donald Trump asumió la presidencia. Bajo el lema “Hands Off” (Manos fuera), se realizaron más de 1.400 manifestaciones, superando ampliamente las expectativas de los organizadores.
Las movilizaciones más numerosas se llevaron a cabo en ciudades como Washington D.C., Nueva York, Chicago, Los Ángeles, Denver, Boston, Filadelfia y Atlanta, donde miles de ciudadanos exigieron respeto a los derechos civiles, el fin de las políticas migratorias represivas y el cese del apoyo a conflictos internacionales como la guerra en Gaza.
La congresista demócrata Ilhan Omar, una de las voces más destacadas durante la concentración en Washington D.C., declaró: “Tenemos como presidente a alguien que quiere ser un dictador. En Estados Unidos, no aceptamos dictadores ni reyes”. También acusó al gobierno de estar al servicio de intereses privados.
Por su parte, Anu Joshi, representante de la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU), denunció arrestos arbitrarios e inconstitucionales contra estudiantes y académicos extranjeros, acciones que, según dijo, violan el derecho a la libre expresión.
Simultáneamente, miles participaron en una manifestación bajo el lema “Detengan el genocidio”, en rechazo al apoyo de Estados Unidos a la guerra de Israel contra Gaza. Todo esto ocurrió mientras el presidente Trump pasaba el fin de semana jugando al golf en Florida, en marcado contraste con la efervescencia social que se vive en las calles.