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Empresarios de EE. UU. piden a Trump suavizar su política migratoria por impacto en el empleo

Washington, D.C. – Las estrictas políticas migratorias impulsadas por el presidente Donald Trump están generando preocupación no solo entre las comunidades migrantes, sino también entre empresarios estadounidenses, quienes advierten sobre una creciente escasez de mano de obra que afecta seriamente al sector productivo del país.

Durante su campaña, Trump prometió implementar la «mayor operación de deportación en la historia de Estados Unidos», lo que ha alimentado el temor entre millones de inmigrantes, muchos de los cuales han dejado de asistir al trabajo por miedo a ser arrestados.

Este ambiente de incertidumbre ha encendido las alarmas en el sector empresarial. “Tenemos alrededor de 1,7 millones de puestos sin cubrir y los empleadores están preocupados por una escasez de mano de obra que empuja al alza la inflación para las familias estadounidenses”, afirmó Rebecca Shi, directora ejecutiva de la Coalición Estadounidense de Empresas por la Inmigración (ABIC).

Empresarios en pie de lucha

La ABIC ha intensificado su labor de cabildeo en Washington para impulsar lo que denominan «una política migratoria sensata». Sus miembros, provenientes de sectores como la construcción, la alimentación y los servicios, han advertido que las deportaciones masivas y la falta de claridad sobre los programas de inmigración legal están afectando directamente sus operaciones.

Uno de ellos es Bob Worsley, empresario de la construcción en Arizona y expresidente estatal republicano, quien declaró al New York Times:

“Puedes asegurar la frontera, pero si no creas vías legales para la inmigración, el problema se repetirá. Es como contener el agua con una presa; siempre encontrará un camino”.

El caso de Manolo’s Bakery

En Charlotte, Carolina del Norte, el empresario Manolo Betancur, propietario de Manolo’s Bakery, enfrenta estos desafíos de forma cotidiana. Con cuatro locales y 70 empleados todos inmigrantes, Betancur asegura que los operativos migratorios de ICE han mermado la asistencia y la productividad de su personal.

“Cuando hay una redada en la zona, mis empleados no vienen. Se quedan en casa protegiendo a sus familias”, dijo a BBC Mundo.

Betancur también denuncia que muchos de sus trabajadores están legalmente autorizados a trabajar, pero enfrentan el riesgo de perder su estatus migratorio debido al vencimiento inminente de sus permisos, sin claridad sobre su renovación.

Incertidumbre y falta de respuestas

Aunque el presidente Trump ha declarado que respalda la inmigración legal, sus políticas y acciones recientes han puesto en duda ese compromiso. Su administración ha eliminado programas de protección temporal que beneficiaban a miles de trabajadores, afectando directamente a sectores esenciales de la economía.

Los empresarios temen que, si no se establece una reforma migratoria clara y funcional, muchas industrias continuarán enfrentando serias dificultades para operar, lo que a largo plazo podría ralentizar el crecimiento económico del país.

“Lo que necesitamos no son más deportaciones, sino una política migratoria que funcione para todos”, concluyó Worsley.

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