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Por: Enrique Encarnación C. [email protected]
Gregorio Luperón: Un legado de civismo y patriotismo en su natalicio.
Cada 8 de septiembre se conmemora el natalicio del General Gregorio Luperón, una figura histórica clave que se destacó no solo por su liderazgo militar, sino también por su inquebrantable compromiso con los valores de civismo y patriotismo. Nacido en 1839, en una época convulsa para la nación dominicana, Luperón dedicó su vida a la defensa de la soberanía y a la construcción de un país basado en principios democráticos y de respeto mutuo.
Luperón y la lucha por la libertad:
Con apenas 22 años, durante la anexión de la República Dominicana a España en 1861, Luperón ya había demostrado su carácter indomable. Desde su puesto como comandante auxiliar en la cantonal de Rincón, exhibió una disciplina y energía inigualables. Su amor por la patria y su apego a la libertad lo impulsaron a unirse a las acciones conspirativas contra el gobierno español, negándose a firmar el Acta de Anexión. Esta decisión le trajo numerosos problemas con las autoridades, encabezadas por el General Ceferino Carmona, conocido como Juan Suero, quien lo encarceló en Puerto Plata, su ciudad natal.
El escape y el exilio:
La historia relata que Luperón protagonizó una espectacular fuga de la cárcel y, siendo perseguido por las autoridades españolas, se vio obligado a exiliarse en Haití. Desde allí, partió hacia Estados Unidos, luego a México y finalmente a Jamaica. En 1862, regresó a la República Dominicana de forma encubierta bajo el seudónimo de «Doctor Eugenio» y se estableció en Sabaneta, desde donde continuó su lucha contra la dominación española.
Un defensor del civismo y la justicia social:
Más allá de su carrera militar, Luperón comprendió que la verdadera libertad de una nación debía sustentarse en instituciones civiles fuertes y en la educación cívica de su población. En sus discursos, abogaba por la creación de una ciudadanía consciente de sus deberes y derechos, que trabajara colectivamente por el progreso de la nación. Para él, el patriotismo no se limitaba a la lucha armada, sino que también significaba contribuir al bienestar y la dignidad de todos los ciudadanos.
Luperón lideró reformas militares que promovían el respeto a los derechos humanos y organizó campañas educativas en zonas rurales. Su estilo de liderazgo estaba centrado en la unidad del pueblo y en la construcción de un país más equitativo, lo que le convirtió en un verdadero defensor del civismo y la justicia social.
Su legado en el presente:
Al recordar su natalicio, no solo celebramos a un héroe militar, sino también a un líder visionario que entendió que el patriotismo implica trabajar por el bienestar de todos. En este 185 aniversario del nacimiento de Gregorio Luperón, su vida y obra nos inspiran a seguir construyendo una patria inclusiva, solidaria y con más Justicia Social.
Su ejemplo nos recuerda que la fortaleza de una nación no se mide únicamente por su poder militar, sino por la capacidad de su ciudadanía para comprometerse con el bien común.