Getting your Trinity Audio player ready...
|
Por: Redacción
Santo Domingo.- El reciente anuncio del gobierno de la República Dominicana, encabezado por el presidente Luis Abinader, sobre la repatriación de hasta 10,000 migrantes por semana, ha captado la atención nacional e internacional. Este plan, surgido tras una reunión del Consejo de Seguridad y Defensa Nacional, tiene como objetivo responder a la creciente preocupación de los dominicanos sobre los efectos de la migración irregular, especialmente de ciudadanos haitianos, en sus comunidades.
Sin embargo, para que esta medida no se quede en una simple retórica, es determinante que el gobierno dominicano implemente de manera efectiva los protocolos que ha prometido, garantizando el respeto a los derechos humanos durante las repatriaciones. Las autoridades dominicanas aseguran que la estrategia no solo busca proteger la soberanía del país, sino también enviar un mensaje claro sobre la importancia de gestionar la migración de manera controlada y coordinada con la comunidad internacional.
La crisis en Haití, pese a los esfuerzos de la Misión Multinacional liderada por Kenia, sigue siendo un desafío. Esto ha empujado a las autoridades dominicanas a actuar con urgencia, pero el verdadero reto es que esta estrategia migratoria no solo quede en palabras, sino que se traduzca en acciones concretas que aborden el problema de raíz, garantizando seguridad sin comprometer los derechos fundamentales.