NUEVA YORK — Los estudiantes de todo el estado de Nueva York podrían tener que renunciar a sus teléfonos durante el horario escolar a partir del próximo ciclo escolar bajo una propuesta anunciada el martes por la gobernadora Kathy Hochul.
El plan, que requeriría la aprobación de los legisladores, entraría en vigor en el próximo año académico y obligaría a los estudiantes a desconectarse de sus teléfonos y otros dispositivos personales mientras estén en la escuela, incluyendo en clase, durante el almuerzo y en los pasillos.
Hochul, una demócrata, ha insinuado durante meses una posible prohibición a los teléfonos y dijo que limitar el acceso a los dispositivos durante el horario escolar ayudará a los estudiantes a concentrarse en clase y mejorar su salud mental.
“No estamos desarrollando las habilidades que necesitamos porque los niños están distraídos con los teléfonos”, señaló Hochul en una conferencia de prensa en Albany. “¿Y qué tan difícil es para nuestros profesores que intentan enseñar álgebra y geografía competir con bailes virales y mensajes de sus amigos y a veces amenazas, acoso? ¿Cómo prestas atención al tema en cuestión cuando esto está sucediendo?”, añadió.
Al menos ocho estados han promulgado medidas que prohíben o restringen el uso de los teléfonos en las escuelas, y varios otros han alentado a los distritos a imponer restricciones o han proporcionado fondos para que se instalen equipos con el fin de almacenar los teléfonos durante el horario escolar. Al menos otros tres gobernadores han propuesto recientemente restricciones similares para los celulares en las escuelas.
En Nueva York, las escuelas tendrían cierta flexibilidad sobre cómo implementar la propuesta, y los distritos decidirán cómo almacenar los dispositivos de los estudiantes y otras reglas, según la oficina de la gobernadora. Los estudiantes que necesiten acceso a dispositivos por razones médicas, para ayudar con discapacidades de aprendizaje o porque no hablan inglés con fluidez estarían exentos.
Hochul anunció el plan como parte de su propuesta de presupuesto para el próximo año y dijo que el estado proporcionaría 13.5 millones de dólares para ayudar a las escuelas a implementar las prohibiciones de teléfonos.
Los líderes del Congreso del estado parecían abiertos a la propuesta. El presidente de la Asamblea, Carl Heastie, y Andrea Stewart-Cousins, la líder de la mayoría del Senado, dijeron que los estudiantes deberían estar enfocados en aprender y no distraerse por los teléfonos, aunque ambos agregaron que entienden que los padres quieren poder contactar a sus hijos en caso de una emergencia.
Las restricciones de teléfonos en otros lugares a menudo se han enfrentado a la oposición de los padres de familia que argumentan que necesitan poder comunicarse con sus hijos durante situaciones de emergencia.
La Ciudad de Nueva York, que tiene el distrito escolar más grande del país, estaba considerando una prohibición de teléfonos en la escuela el año pasado, pero abandonó el plan debido a preocupaciones de los padres.
