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Nueva York.-Desde las bulliciosas redacciones de Santiago de los Caballeros hasta las calles vibrantes del Alto Manhattan, Miguel Cruz Tejada forjó una carrera periodística marcada por la integridad, la pasión por la verdad y un compromiso inquebrantable con su comunidad. Este jueves, su voz se apagó para siempre en el Hospital Presbiteriano de Nueva York, tras batallar con complicaciones de salud que lo mantuvieron hospitalizado durante varias semanas. Tenía más de cuarenta años dedicados al oficio de informar.
Nacido en Moca, provincia Espaillat, Cruz Tejada descubrió temprano su vocación por el periodismo. En los años 80, dio sus primeros pasos como reportero en Radio Ideal y el periódico La Información, donde su estilo directo y su habilidad para conectar con el pueblo lo destacaron rápidamente. Pero fue en Nueva York, ciudad que lo acogió durante décadas, donde construyó su legado más perdurable.
En la Gran Manzana, se convirtió en una de las voces dominicanas más respetadas del ámbito periodístico. Como corresponsal del diario Diario Libre, cubrió durante años los acontecimientos más relevantes de la diáspora, siempre con una mirada crítica pero profundamente humana. Sus crónicas no solo informaban: retrataban la vida, los desafíos y la resiliencia de una comunidad que, como él, echó raíces en tierras extranjeras sin perder el vínculo con su patria.
En abril de 2018, una cirugía por una condición vocal congénita marcó un punto de inflexión en su salud. A pesar de ello, Miguel continuó trabajando con la misma pasión, escribiendo con el corazón, incluso cuando su voz comenzaba a debilitarse.
Los colegas que compartieron redacciones y coberturas con él lo recuerdan como un periodista incansable, riguroso, generoso con los jóvenes talentos y profundamente comprometido con los valores del oficio. En la comunidad mocana y dominicana en Nueva York, su nombre es sinónimo de credibilidad.
“Hoy no solo despedimos a un periodista. Despedimos a un hermano, un mentor, un cronista de nuestras luchas y nuestras victorias”, expresó un colega en redes sociales. “Miguel fue más que una firma en el periódico: fue conciencia y presencia”.
A los pies de los rascacielos, donde tantas veces caminó buscando historias, su ausencia deja un eco que seguirá resonando en las páginas del periodismo dominicano.
Descanse en paz, Miguel Cruz Tejada, cronista de dos patrias.