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Por: Anulfo Vargas Vasquez
Nueva York. El Instituto de Dominicanos en el Exterior no justifica su existencia como una institución del Estado dominicano. Su función no ha cumplido con los objetivos para los cuales fue creado originalmente. En particular, en la ciudad de Nueva York, su presencia en la comunidad quisqueyana es prácticamente inexistente.
El INDEX es una de las tantas instituciones del Estado que consume salarios injustificados. El presidente, Luis Abinader, ha planteado la eliminación de ciertas dependencias del Estado dominicano con el fin de reorientar el sistema fiscal, lo que permitiría aumentar las recaudaciones de impuestos y dirigir de manera más eficiente los gastos del presupuesto hacia el desarrollo económico.
El Instituto de Dominicanos y dominicanas en el Exterior (Índex), fue creado bajo el artículo 48 de la Ley Orgánica del Ministerio de Relaciones Exteriores y del Servicio Exterior No. 630-16, del 28 de julio de 2016, como entidad administrativa desconcentrada, con autonomía operativa, técnica y financiera, adscrita y dependiente del ministerio de Relaciones Exteriores (Mirex).
De acuerdo con la información colgada en su portal web, el Índex tiene como objetivo “promover y ejecutar estrategias, programas y propuestas dirigidas a la comunidad dominicana residente en el extranjero, con el propósito de fortalecer sus vínculos socioeconómicos y CULTURALES con el país y sus comunidades de origen”. También están comprometidos con fomentar la integración de los dominicanos en la sociedad que los ha acogido en el exterior.
El Instituto de Dominicanos en el Exterior, desde su creación, se ha caracterizado por ser una dependencia utilizada por los políticos de los diferentes gobiernos de turno, tanto del PLD como del actual partido PRM. En realidad, no ha cumplido con su papel de mantener la conexión cultural, artística y educativa con la diáspora, más allá de los intereses políticos que representan en cada momento.