Santo Domingo.- La Conferencia del Episcopado Dominicano (CED) emitió un contundente mensaje dirigido a las autoridades y a la sociedad, instando a respetar la dignidad de los migrantes y denunciando los discursos de odio y la corrupción en torno a las políticas migratorias.
En su reciente comunicado, los obispos reconocen el derecho del Estado a aplicar las leyes migratorias, pero advierten que estas deben ejecutarse “desde la justicia, equidad y respeto a la dignidad humana. Al respecto señalan que la frontera no puede convertirse en “escenario de corrupción, donde los llamados a custodiarla se conviertan en mercenarios”.
Además, alertan sobre los efectos perniciosos de las deportaciones arbitrarias, las separaciones familiares y el trato injusto a personas en situación irregular, destacando que estas prácticas empañan los esfuerzos solidarios de República Dominicana hacia Haití. Los obispos también hacen un enérgico llamado a rechazar todo discurso xenófobo, que “incite a la violencia, el rechazo, la marginación y la discriminación”.
En el texto, los religiosos recuerdan la labor solidaria del país con haitianos, como la apertura de escuelas, hospitales, mercados binacionales y permisos de trabajo agrícolas e industriales. Piden además que los centros de salud no se conviertan en puntos de control migratorio, y alertan sobre el riesgo de que se manipule el proceso de aplicación de las leyes para fines discriminatorios.
Los obispos concluyen invocando la solidaridad internacional para enfrentar la crisis haitiana y reforzar “puentes de esperanza y fraternidad” entre ambas naciones.