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Nueva York.- El alcalde de Nueva York, Eric Adams, ha declarado que está abierto a trabajar con la próxima administración de Donald Trump en la búsqueda de soluciones para la crisis migratoria que ha impactado a la ciudad en los últimos dos años. Aunque Adams reafirmó su oposición a las deportaciones masivas, señaló que es imperativo garantizar la seguridad en las fronteras y gestionar el flujo migratorio de manera más efectiva.
En sus declaraciones, el alcalde expresó su deseo de colaborar directamente con los nuevos líderes federales para compartir las lecciones aprendidas en Nueva York. “Queremos estar en la sala, tener conversaciones y aportar nuestra experiencia para ayudar en la planificación operativa,” afirmó Adams, subrayando la necesidad de un enfoque más coordinado entre el gobierno federal y las ciudades afectadas.
Además, Adams reiteró que Nueva York seguirá siendo una ciudad santuario, pero reconoció que esta política podría necesitar ajustes para manejar mejor la llegada masiva de migrantes. También criticó a la administración saliente de Joe Biden por no proporcionar suficiente apoyo a la ciudad durante este periodo crítico.
Mientras el futuro de las políticas migratorias federales se define, Adams insiste en que cualquier enfoque debe equilibrar la seguridad nacional con la protección de los derechos humanos, evitando que comunidades enteras vivan en las sombras. La colaboración entre Nueva York y Washington podría marcar un nuevo capítulo en la gestión migratoria del país.