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PUERTO PLATA.- El reconocido empresario turístico y presidente del Consejo de Administración del Grupo Rescue, doctor José Natalio Redondo, expresó su respaldo al presidente Luis Abinader en torno a la aplicación de la Ley del Fideicomiso Público, especialmente en lo que concierne a la administración y futuro del Teleférico de Puerto Plata.
Redondo manifestó que esta herramienta jurídica permite una gestión más eficiente, transparente y profesional de infraestructuras clave para el desarrollo turístico y económico de la región norte. En ese sentido, calificó como positiva la posibilidad de que el Teleférico sea incluido en un fideicomiso público, siempre que se garantice el interés colectivo y se mantenga bajo supervisión estatal.
El respaldo del empresario surge en momentos en que sectores de la sociedad civil expresan inquietudes sobre una posible privatización del icónico sistema de transporte turístico, algo que ha sido categóricamente negado por el Gobierno. Las autoridades, encabezadas por los ministros José Ignacio Paliza y David Collado, así como por la senadora Ginette Bournigal, han reiterado que el Teleférico de Puerto Plata “jamás será privatizado”, sino que se busca modernizar su operación sin comprometer su carácter público.
Redondo agregó que el modelo de fideicomiso público ha dado buenos resultados en otras áreas del país y que podría ser la vía ideal para asegurar la sostenibilidad, seguridad y modernización del Teleférico, el cual representa no solo un atractivo turístico, sino también un símbolo de identidad para la ciudad atlántica.

El Teleférico de Puerto Plata y el Fideicomiso Público: Una Oportunidad para el Desarrollo, no una Amenaza.
Por: José Natalio Redondo
Estoy plenamente convencido de que la decisión de manejar la inversión, el desarrollo y la administración del Teleférico de Puerto Plata a través de un fideicomiso público constituye una opción no solo correcta, sino necesaria. Esta figura legal, promovida por el presidente Luis Abinader, busca garantizar eficiencia, transparencia y sostenibilidad en proyectos que tradicionalmente han estado marcados por la ineficiencia estatal.
Contrario a lo que muchos creen —y otros prefieren hacer creer—, el fideicomiso público no implica privatización. La lectura cuidadosa del decreto presidencial que lo establece demuestra que se trata de una estructura absolutamente pública. El manejo institucional está garantizado por la participación activa de los ministerios competentes, representados por los funcionarios designados en cada momento. El bien público —en este caso, el Teleférico— no pasará ni directa ni indirectamente a manos privadas.
También es importante aclarar que esta figura es incluso más pública que la gestión ejercida hasta ahora a través de un patronato, que ha operado con limitaciones normativas, presupuestarias y estructurales. El fideicomiso, por el contrario, permite una planificación a largo plazo, la atracción de inversiones responsables y una ejecución técnica más eficiente.
Dicho esto, hay dos elementos que no deben pasarse por alto:
- El reconocimiento a los comerciantes locales. La Asociación de Comerciantes que ha invertido y trabajado durante años en la zona del Teleférico tiene todo el derecho de exigir ser incluida en los procesos de diseño, reconstrucción y modernización del proyecto. Su compromiso y resistencia han sido pilares en la sostenibilidad actual de ese espacio turístico y cultural. Su lucha debe ser escuchada, respetada y, sobre todo, incorporada al nuevo modelo de gestión.
- La necesidad de una mejor comunicación gubernamental. El Gobierno debe realizar una autocrítica seria en cuanto a su estrategia de comunicación. El prolongado silencio institucional ante una medida tan relevante ha generado incertidumbre, rumores y tensiones innecesarias. Lo que pudo haberse explicado de manera clara y oportuna, ha terminado amplificándose como una crisis de percepción pública. Peor aún: ha servido como herramienta discursiva para una oposición ávida de debilidades comunicativas.
El fideicomiso público no es el enemigo del pueblo. Es un instrumento moderno que bien aplicado puede garantizar una gestión más efectiva, participativa y duradera. Sin embargo, toda política pública necesita respaldo social, y este solo se consigue con información clara, diálogo franco y participación real.
Puerto Plata tiene en sus manos una oportunidad de oro para relanzar su símbolo turístico más emblemático. Aprovechémosla con inteligencia, responsabilidad y visión de futuro.