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Por: Aridio Perdomo
aridioperdomo1@gmail.com
SOSÚA, Puerto Plata:-En esta comunidad regida por las actividades turística, no todo es prostitución, trata de blancas, proxenetismo, consumo de drogas, sino que existen otros elementos, incluyendo las bellas artes, actividades culturales y la convivencia entre familias que reflejan la otra cara de un Sosúa distintos al que describen en medios de comunicación de corrupto a grado extremo.
Este fin de semana hubo un despertar de los residentes en este enclave turísticos, ya que decenas de familias, extranjeras, nacionales y nativas de estas tierras ubicadas en el mismo trayecto de la costa Norte, disfrutaron de momentos de solaz esparcimiento en la playa de este municipio, la cual está considerada como una de las más hermosas de la región del Caribe.
Este paradisíaco lugar se convirtió en un punto de encuentro de alegría, gratos recuerdos, cultura y descanso, el cual fue disfrutado por decenas de familias que hicieron turismo interno.
Esta playa desde las primeras se vió abarrotada de visitantes y nativos de Sosúa, los cuales llegaron en diversos autobuses, vehículos de alta gama, incluyendo Jepeeta, carros, entre otros, llenando sus ocupantes el perímetro de dicha playa, lo que provocó sonrisas, reflejó la unión familiar y borró por completo la percepción que tienen algunas personas que Sosúa es una comunidad de corrupción.
Los visitantes y nativos disfrutaron del tradicional pescado frito servido, incluyendo mariscos frescos, jugos naturales, bebidas espirituosas, lo que hace años que no ocurría porque estás áreas estuvieron copadas por dueños de casetas que no permitía este tipo de actividades.
La música secular, típica, de bachata y hasta la romántica se dejó escuchar a través de equipos modernos instalados para la ocasión, dejando una sensación que los ritmos del ayer todavía tienen sus seguidores en este país.
El comunicador y gestor comunitario, Junior Henríquez, reveló que «recibimos familias de los Estados Unidos, Canadá, Miami, Puerto Rico, Europa y nuestro país, a las cuales les mostramos que tenemos una playa hermosa y que no somos cuna de la prostitución en la costa Norte».
Henríquez señaló que «tuvimos un gran ambiente familiar, lleno de energía positiva, ideal para mostrar lo mejor de nuestra identidad como pueblo acogedor como destino turístico de primer nivel».
