Redacción internacional.- El 17 de octubre de 2023, Elliot Eastman, un joven estadounidense de 26 años, conocido por su actividad como youtuber y por compartir su vida en las Filipinas, fue secuestrado en su casa ubicada en la remota localidad de Sibuco. Aquel día, cuatro hombres armados irrumpieron en su hogar, afirmando ser policías, y lo capturaron ante la mirada de su esposa, una mujer filipina llamada Karisha Jala. Al resistirse al secuestro, Eastman fue baleado, recibiendo impactos en la pierna y el abdomen. Después de ser arrastrado hasta un bote, conocido localmente como banca, los secuestradores lo llevaron mar adentro, donde, según las versiones más recientes de las autoridades, Elliot murió debido a las heridas de bala. En lugar de deshacerse de su cuerpo, los secuestradores lo arrojaron al mar.
La historia de Eastman, un hombre que había llegado a Filipinas 18 meses antes, capturó la atención tanto de medios internacionales como locales debido a su peculiar situación. Aunque había vivido en zonas conflictivas del sur de Filipinas, en sus videos documentaba su vida diaria, mostrando sus experiencias como el primer extranjero residente en Sibuco. Según algunos informes de medios como AP, Eastman había expresado previamente su preocupación por la inseguridad en la región, un área que él mismo había descrito como una “zona roja”, destacando los peligros y la violencia que imperaban, alimentados por décadas de conflictos separatistas en la región.
Tras su secuestro, se desató una operación de búsqueda por parte de las autoridades filipinas, pero el paradero del youtuber permaneció desconocido por semanas. La situación empeoró cuando se descubrió que había sido asesinado en el mismo día de su secuestro. Según AP, la policía de la región de Zamboanga recibió testimonios que indicaban que Eastman había muerto en el barco mientras era transportado por sus secuestradores. Uno de los testigos, un familiar de uno de los secuestradores, corroboró la versión, revelando que Eastman había sido baleado mientras intentaba defenderse.
A pesar de que las autoridades creyeron inicialmente que Eastman podría haber sobrevivido, una serie de investigaciones, que incluyeron la captura de uno de los sospechosos y su confesión, confirmaron que la muerte del joven fue casi inmediata. La versión fue corroborada por un sospechoso clave arrestado en noviembre de 2023, quien admitió en una declaración jurada que Eastman murió debido a sus heridas y que luego su cuerpo fue arrojado al mar. La Oficina del Fiscal aceptó las pruebas y los testimonios, y varios secuestradores fueron arrestados. Sin embargo, la policía aún no ha logrado localizar el cuerpo de Eastman, lo que dejó a los investigadores con un dejo de incertidumbre, aunque los datos apuntan firmemente a su muerte.
A lo largo de la investigación, el exalcalde de Sibuco, Norbideiri Edding, sugirió que el secuestro podría haber sido motivado por el resentimiento hacia Eastman, un hombre que vivía con una mujer musulmana en una zona predominantemente católica, y que podría haber sido confundido con un extranjero rico. Además, se especuló que las dificultades económicas de Eastman, debido a un presunto fraude cometido por su exnovia, podrían haberlo hecho vulnerable. Según algunos medios como The Daily Mail, Eastman había sido víctima de un engaño financiero que lo dejó en una situación de estrés económico antes de su secuestro.
La respuesta de las autoridades a este crimen no se limitó solo a la búsqueda de los responsables. Durante las semanas posteriores al secuestro, se registraron enfrentamientos entre los secuestradores y la policía, con tres de los sospechosos perdiendo la vida en un tiroteo con las fuerzas de seguridad. La policía también ha descartado la posible vinculación del caso con grupos insurgentes como el Frente Moro de Liberación Islámica (MILF) o el Abu Sayyaf, conocidos por sus secuestros con fines de extorsión, ya que no se hallaron vínculos directos con estos grupos extremistas.
A pesar de la violencia y los problemas de seguridad que enfrentan muchas zonas del sur de Filipinas, especialmente en áreas como Mindanao, las autoridades continúan trabajando para esclarecer el caso. La policía, que ya ha arrestado a varios sospechosos, mantiene abierta la investigación. Además, informaron que se está trabajando en estrecha colaboración con la embajada estadounidense en Manila, que ha estado al tanto de los avances y ha notificado a la familia de Eastman sobre la situación. Aunque el caso de Elliot Eastman ha sumido a su familia en la tragedia, aún quedan muchos aspectos por esclarecer sobre los motivos exactos de su secuestro y asesinato, un hecho que ha puesto de relieve las serias problemáticas de seguridad en algunas regiones de Filipinas.