Ataque israelí a edificios residenciales en norte de Gaza deja 84 muertos, más de 50 niños

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Jerusalén, 2 nov (EFE) – Dos ataques aéreos del Ejército de Israel contra edificios residenciales en el norte de Gaza han dejado 84 muertos, incluyendo a más de 50 niños, y alrededor de 186 heridos, informaron las autoridades locales. La Oficina de Comunicaciones del Gobierno gazatí, administrada por el grupo islamista Hamás, describió el bombardeo como una «masacre», señalando que la falta de acceso a servicios de emergencia y rescate en la zona ha agravado las consecuencias de los ataques.

Situación Humanitaria y Escasez de Recursos

Desde el inicio de las hostilidades el 7 de octubre, Gaza enfrenta una creciente crisis humanitaria. Los intensos bombardeos y el bloqueo del Ejército israelí han dejado a gran parte de la población sin acceso a servicios básicos, como agua potable, alimentos y electricidad. Organizaciones humanitarias han alertado que el sistema sanitario de Gaza está al borde del colapso, con hospitales operando sin recursos suficientes y médicos trabajando bajo condiciones extremas debido a la falta de suministros médicos y combustible para los generadores eléctricos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La situación en la zona norte, que ha sido sometida a intensos ataques y a una incursión terrestre, es particularmente alarmante. Según testimonios de la ONU y de organismos humanitarios en el terreno, el bloqueo impuesto por Israel ha impedido la entrada de ayuda humanitaria y ha hecho imposible que equipos de defensa civil puedan asistir a las víctimas atrapadas bajo los escombros de los edificios bombardeados.

Reacciones Internacionales y Denuncias de Crímenes de Guerra

El texto difundido por las autoridades de Gaza exhortó a la comunidad internacional a cumplir con su «obligación de proteger a los civiles», pidiendo una intervención urgente para detener la violencia y garantizar la protección de la población civil. Además, las autoridades gazatíes han responsabilizado a Israel y a sus aliados –Estados Unidos, Francia, el Reino Unido y Alemania– de lo que califican como un «genocidio» en curso en Gaza.

Varios organismos internacionales, incluyendo a Naciones Unidas y la Cruz Roja, han condenado las muertes de civiles y han expresado profunda preocupación por el creciente número de niños víctimas del conflicto. Altos comisionados de derechos humanos de la ONU han señalado que los ataques contra civiles y la infraestructura civil en Gaza podrían constituir crímenes de guerra, y han pedido a ambas partes del conflicto que respeten el derecho humanitario internacional.

Balance de Víctimas y Escalada del Conflicto

Las cifras oficiales revelan el impacto devastador del conflicto. Hasta la fecha, el Ministerio de Sanidad de Gaza ha registrado más de 43,250 palestinos fallecidos, en su mayoría mujeres y niños, y al menos 101,800 personas heridas. Esta cifra se suma al desplazamiento de cientos de miles de personas que han abandonado sus hogares en búsqueda de refugio en medio de una zona prácticamente sitiada.

Por su parte, Israel justifica sus operaciones como una medida de autodefensa ante los ataques lanzados por Hamás, que el pasado 7 de octubre desencadenó una ofensiva que resultó en la muerte de más de 1,400 israelíes y la captura de aproximadamente 240 personas, entre ellos civiles y soldados, que se presume aún permanecen cautivos en Gaza.

Llamados a un Alto al Fuego

La escalada del conflicto ha generado protestas en varias ciudades del mundo y un clamor generalizado por un alto al fuego inmediato. A pesar de los intentos diplomáticos de distintos países y organizaciones, las negociaciones para lograr una tregua han sido infructuosas, y el Consejo de Seguridad de la ONU no ha logrado un consenso debido a vetos entre sus miembros.

Mientras tanto, las condiciones en Gaza siguen empeorando, y la comunidad internacional enfrenta presiones para facilitar la entrada de ayuda humanitaria. Líderes de países vecinos y organizaciones regionales temen que la escalada en Gaza pueda desestabilizar la región aún más, provocando una crisis humanitaria que afecte también a países fronterizos y aumentando el riesgo de que el conflicto se extienda.