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Por: Redacción
Nueva York. El virus Aropuche (AROV), un parvovirus del género {Orthobunyavirus} transmitido principalmente por mosquitos del género {Culicoides, ha sido documentado en países de América del Sur, como Trinidad y Tobago, Brasil, Surinam y Perú. Hasta la fecha, no se ha registrado la transmisión del virus en los Estados Unidos. Sin embargo, la globalización y el cambio climático podrían aumentar el riesgo de su introducción y transmisión en el país. Este artículo examina la biología del virus Aropuche, su distribución geográfica, modos de transmisión, impacto en la salud pública y la evaluación de los riesgos potenciales para los Estados Unidos, además de proponer estrategias para su vigilancia y control.
El virus Aropuche (AROV) es un patógeno transmitido por mosquitos, identificado por primera vez en 1959 en Trinidad y Tobago. Este virus pertenece a la familia *Peribunyaviridae* y es un miembro del cero grupo Simbu. AROV ha sido responsable de varios brotes de fiebre aguda en humanos en regiones endémicas, destacándose como una enfermedad emergente en América del Sur. Este artículo tiene como objetivo analizar las características del virus, evaluar el riesgo de su introducción en los Estados Unidos y sugerir medidas para prevenir su propagación.
Características del Virus Aropuche: Biología y Estructura: AROV es un virus de ARN monocatenario con envoltura, característico de los Orthobunyavirus. Su genoma se compone de tres segmentos de ARN: pequeño (S), mediano (M) y grande (L). Estos segmentos codifican proteínas estructurales y no estructurales que facilitan la replicación del virus y su capacidad para infectar tanto a mosquitos como a humanos.
Ciclo de Vida y Modo de Transmisión: El virus Aropuche se transmite principalmente a través de mosquitos del género {Culicoides}, aunque otros mosquitos también pueden actuar como vectores secundarios. Los principales huéspedes son pequeños mamíferos y aves, que sirven como reservorios naturales del virus. Los humanos se infectan generalmente por la picadura de un mosquito infectado, lo que provoca síntomas como fiebre aguda, dolor de cabeza, mialgia y, en algunos casos, encefalitis.
Distribución Geográfica y Casos Reportados: AROV ha sido identificado principalmente en Trinidad y Tobago, Brasil, Surinam y Perú. Los brotes más significativos ocurrieron en las décadas de 1970 y 1980, afectando a miles de personas. Los casos confirmados se limitan a América del Sur, pero la globalización y los viajes internacionales aumentan la posibilidad de que el virus se introduzca en otras regiones, incluida América del Norte.
Impacto en la Salud Pública: Los brotes de virus Aropuche en áreas endémicas han demostrado que puede causar enfermedades febriles de moderadas a severas. Si bien la mayoría de los casos son autolimitantes, existe el potencial de desarrollar complicaciones más graves, como la encefalitis. La falta de una vacuna o tratamiento antiviral específico agrava la preocupación sobre el impacto del virus en la salud pública, especialmente en áreas no preparadas para su manejo.
Evaluación del Riesgo para los Estados Unid Viajes Internacionales: Los viajes entre Estados Unidos y países endémicos de AROV presentan una posible vía de introducción del virus. Personas infectadas que regresan a los EE.UU. podrían ser picadas por mosquitos locales, facilitando la transmisión del virus a la población de mosquitos de la región.
Vectores Potenciales en los EE. UU. Aunque los mosquitos del género *Culicoides* no son comunes en los EE. UU., existen otros géneros de mosquitos presentes que podrían actuar como vectores competentes si se demuestra su capacidad para transmitir AROV. La adaptabilidad de los mosquitos a nuevos virus es un área de investigación crucial para evaluar el riesgo.
Cambio Climático: Los cambios en los patrones climáticos pueden permitir la expansión de mosquitos vectores a nuevas áreas. El aumento de las temperaturas y los cambios en los patrones de precipitación podrían crear un ambiente más adecuado para los mosquitos en áreas donde anteriormente no podían sobrevivir, lo que aumentaría el riesgo de transmisión del virus.
Medidas de Control y Prevención: Monitoreo y Vigilancia Implementar sistemas de vigilancia para detectar tempranamente casos importados de AROV. Esto podría incluir la monitorización de viajeros que regresan de áreas endémicas, así como la recolección de datos de enfermedades febriles sin diagnóstico claro. Desarrollar y fortalecer programas de control de mosquitos en áreas con condiciones adecuadas para su proliferación. Medidas como la eliminación de criaderos de mosquitos, la aplicación de insecticidas y el uso de trampas para mosquitos pueden ayudar a reducir las poblaciones de vectores.
Educación Pública: Llevar a cabo campañas educativas para informar a la población sobre los riesgos asociados con AROV y las formas de protegerse de las picaduras de mosquitos. El uso de repelentes, ropa protectora y redes mosquiteras son medidas efectivas para reducir las picaduras.
Aunque no se han documentado casos de transmisión del virus Aropuche en los Estados Unidos, la posibilidad de introducción y establecimiento del virus no debe ser subestimada. La combinación de viajes internacionales, la adaptabilidad de los vectores y los cambios climáticos representan factores de riesgo significativos. La implementación de medidas proactivas de vigilancia, control de mosquitos y educación pública son esenciales para mitigar el riesgo de brotes de AROV en los Estados Unidos. Un enfoque proactivo ayudará a proteger la salud pública.