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CENTRAL ISLIP, Nueva York — Un juez federal en Nueva York condenó al excongresista George Santos a 87 meses de prisión, seguidos de dos años de libertad supervisada, tras declararse culpable de fraude electrónico e identidad agravada.
Santos, visiblemente conmovido, le dijo entre lágrimas a la jueza Joanna Seybert que lamenta haber defraudado a los votantes que apoyaron su campaña al Congreso en 2022, antes de recibir la sentencia este viernes.
«Mi conducta traicionó a mis seguidores y a las instituciones que juré defender», expresó Santos.
El republicano de Nueva York sirvió en el Congreso por apenas un año antes de ser expulsado en 2023 por sus propios colegas de la Cámara de Representantes.
En agosto del año pasado, Santos se declaró culpable de fraude electrónico e identidad agravada, y admitió haber cometido otros delitos, incluyendo el uso no autorizado de tarjetas de crédito de donantes y engañar a quienes financiaban su campaña.
Como parte de un acuerdo con la fiscalía, Santos accedió a pagar aproximadamente $580,000 en sanciones además de cumplir su condena en prisión.
La sentencia impuesta corresponde al máximo recomendado por los fiscales, quienes argumentaron en documentos recientes que Santos “sigue sin mostrar arrepentimiento” y no ha demostrado un remordimiento genuino, a pesar de sus declaraciones.
Citaron comentarios recientes del excongresista en redes sociales en los que se presenta como una víctima de un exceso de poder por parte de los fiscales.
En una carta al tribunal esta semana, Santos afirmó sentirse “profundamente arrepentido” por sus crímenes, pero objetó la severidad de la sentencia solicitada, calificándola de excesiva.
Los abogados de Santos pidieron una condena de dos años de prisión, la mínima obligatoria para el delito de robo de identidad agravado.
Argumentaron que dicha pena sería comparable a las impuestas a otros políticos, como el exrepresentante Jesse Jackson Jr., condenados por delitos financieros similares.
Santos fue elegido en 2022, logrando que los republicanos conquistaran un distrito adinerado que abarca partes de Queens y Long Island.
Poco después, se reveló que el desconocido político había fabricado gran parte de su historial, presentándose como un exitoso empresario con experiencia en firmas de Wall Street y con una supuesta cartera inmobiliaria.
En realidad, Santos enfrentaba dificultades económicas y hasta había sido desalojado. Estas revelaciones generaron investigaciones congresionales y penales sobre la financiación de su campaña.
Al acercarse la fecha de su sentencia, Santos se mostró reflexivo en redes sociales, agradeciendo tanto a sus seguidores como a sus críticos.
“Aprendí que, sin importar si somos de izquierda, derecha o centro, todos somos humanos y, en su mayoría, estadounidenses (LOL), y tenemos un superpoder que valoro mucho: la compasión”, escribió el jueves en la plataforma X. “A los trolls… ustedes también son parte importante en la forma en que uno se moldea, ¡me hicieron más fuerte y me endurecieron la piel!”
También hizo una última promoción de su cuenta en Cameo, donde graba mensajes personalizados por $100.
