Nueva York.- Algunos de los grandes directivos de compañías de gran capitalización que cotizan en Wall Street -como Jamie Dimon (JP Morgan) y Elon Musk (Tesla)- e inversores multimillonarios han pedido cautela en los últimos días, mientras los aranceles del Gobierno de Donald Trump hunden los mercados bursátiles en todo el mundo.
De los aliados más cercanos del presidente, el magnate Elon Musk, pareció disentir con su estrategia comercial, pues este fin de semana dijo esperar que Estados Unidos y Europa tengan «aranceles cero» en el futuro, creando efectivamente una zona de libre comercio, y con mayor libertad para el movimiento de trabajadores.
Aunque no fuera una crítica directa, su comentario no gustó en el gobierno de Trump; así, Pete Navarro, el asesor de Comercio y Manufacturas del presidente, se refirió así a Musk en una entrevista en Fox News el pasado domingo: «Lo que creo que es importante entender sobre Elon es que vende vehículos. A eso se dedica».
«Simplemente protege sus propios intereses, como haría cualquier empresario», agregó el asesor.
Se trata de la primera vez que Musk se desmarca de la Administración de Trump, sobre la que ha demostrado hasta ahora un gran poder e influencia.
Por su parte, el magnate estadounidense Bill Ackman, un gestor de fondos especulativos muy seguido en Wall Street y uno de los multimillonarios que respaldaron a Trump, pidió este lunes al presidente que se tome una «pausa» de 90 días antes de lanzar el 9 de abril una «guerra nuclear económica», en referencia a los aranceles que el político ha llamado «recíprocos».
Ackman, que dirige el fondo Pershing Square, le advirtió en X que «al imponer aranceles masivos y desproporcionados a amigos y enemigos», Washington está «destruyendo la confianza» en EE.UU. como socio comercial y como mercado en el que invertir capital.
Pronósticos de recesión
El ejecutivo del banco de inversión JPMorgan Chase, Jamie Dimon, advirtió de una recesión a escala global, además de un aumento de la inflación a consecuencia de los aranceles e indicó que estos están abocando a los mercados y a la sociedad al «entorno geopolítico y económico más peligroso y complicado desde la Segunda Guerra Mundial».
Dimon también reflexionó sobre la mentalidad de «EE.UU. primero» («America First») de Trump, que está imponiendo tasas muy altas a socios comerciales y a competidores estratégicos, lo que podría socavar la posición privilegiada del país norteamericano en la economía mundial.
El director ejecutivo de Blackrock, Larry Fink, transmitió el parecer de los líderes empresariales que creen que la economía de EE.UU. ya está atravesando por una recesión a causa de los gravámenes.
El ejecutivo de la empresa, que maneja la mayor cartera de activos del mundo, también dijo que cree que las medidas arancelarias de Trump podrían ejercer presión al alza sobre la inflación y desincentivar los recortes de tipos de interés por parte de la Reserva Federal.
Otros que alzaron la voz en este aspecto son el inversor multimillonario y republicano veterano, Stanley Druckenmiller, que aseguró que no apoya unos aranceles «que superen el 10 %», y el cofundador del fondo de cobertura Oaktree Capital, Howard Marks, que destacó el aumento de costes que suponen estas medidas y los beneficios que han obtenido de la globalización.