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RAMON RAMOS/MARIEL VASQUEZ
Puerto Plata, República Dominicana – Miles de personas se congregaron la noche del sábado 7 de junio en el Parque Independencia de Puerto Plata para celebrar los 94 años del icónico maestro Rafael Solano con el espectacular concierto «A Puerto Plata, Por Amor». El evento, completamente gratuito, fue un conmovedor tributo a la vida y obra de uno de los compositores más queridos de la República Dominicana.
La velada comenzó pasada las 8:00 de la noche, frente a la misma iglesia donde un joven Rafael Solano, a la tierna edad de 11 años, descubrió su pasión inquebrantable por la música. Patricia Solano dio la bienvenida a los asistentes, marcando el inicio de una noche inolvidable.
Durante casi dos horas bajo la dirección experta del maestro Rafelito Mirabal, una banda de 20 músicos magistrales dio vida a las composiciones atemporales de Solano. El público, compuesto por residentes y visitantes por igual, coreó y aplaudió cada nota.
El escenario se iluminó con la presencia de Adalgisa Pantaleón, Cecilia García y Niní Cáffaro, quienes tuvieron el honor de iniciar el homenaje interpretando algunos de los temas más emblemáticos de Solano. La magia continuó con la participación de amigos artistas como Juan Colón y Sandy Gabriel, junto a las voces de Fátima Franco, Rubén Mirabal, Paín Bencosme y Flor Canela, todos ellos integrantes de la banda de Rafelito Mirabal.
Rafael Solano, un verdadero tesoro nacional, es el genio detrás de innumerables canciones que han tocado el corazón de generaciones. Entre sus creaciones más destacadas que se celebraron en la noche se encuentran: «En la enramá», «Siña Juanica», «Diez de abril», «Aniversario», «En la oscuridad», «Anoche soñé», «Juana Mecho», «Váyase en paz», «Arroyito cristalino», «Le voy a dar una pela» y «La batuta», por nombrar solo algunas.
Al final de una noche maravillosa el público que asistió se puso de pie para cantar la emblemática canción “Por Amor”
El concierto «A Puerto Plata, Por Amor» no solo fue un reconocimiento a la brillantez musical de Rafael Solano, sino también una muestra del profundo afecto y gratitud que su ciudad natal siente por él. La noche fue un testamento viviente al impacto duradero de su legado en la cultura dominicana.