Redacción interncional.- La Policía de Nueva Gales del Sur (NSW), ha inicado una investigación tras encontrar una niña de un año muerta en el interior de un auto estacionado fuera de una guardería en Australia.
Los servicios de emergencia respondieron después de que la niña «fuera ubicada inconsciente en un vehículo afuera de un centro de cuidado infantil en Marana Road, Earlwood» en el Inner West de Sydney, dijo la Fuerza de Policía de Nueva Gales del Sur (NSW) en un comunicado.
«Los paramédicos de la ambulancia de Nueva Gales del Sur acudieron, pero la niña, de 1 año, fue declarada muerta en el lugar», añadió la policía en la publicación.
El comunicado confirmó: «Los oficiales del Comando del Área de Policía de Burwood han establecido una escena del crimen y han comenzado una investigación».
«Un ocupante masculino del vehículo, que se cree que es pariente del niño, está ayudando con las investigaciones en la estación de policía de Burwood», afirmó la policía de Nueva Gales del Sur.
Las autoridades dijeron que «no había más información disponible en este momento».
La policía de Nueva Gales del Sur no tenía actualizaciones adicionales para agregar cuando PEOPLE se comunicó con ellos.
Mientras hablaba en una conferencia de prensa el martes por la noche, la superintendente local Christine McDonald dijo que en las primeras etapas de la investigación, la policía cree que el bebé «fue dejado dentro del vehículo durante un período prolongado de tiempo».
McDonald confirmó que un ocupante masculino del vehículo había sido llevado al hospital «sufriendo un shock» y que estaba «siendo evaluado actualmente», agregando que el hombre era un «familiar directo del bebé» y que la policía hablaría con él «para obtener más detalles».
La causa de la muerte se desconoce actualmente y será determinada por el forense, pero McDonald dijo que creían que el bebé había sido dejado en el vehículo «en un día muy caluroso en Sydney».
«Dejar a un niño en un vehículo en cualquier momento puede ser peligroso; dejar a un niño dentro de un vehículo durante un período prolongado de tiempo puede ser mortal», añadió.
«Esta es una tragedia absoluta, la muerte de una niña de un año», continuó McDonald, añadiendo que había servicios de apoyo disponibles para cualquier persona afectada.
Según la Oficina de Meteorología (BOM), las temperaturas alcanzaron casi 30 grados Celsius (alrededor de 86 Fahrenheit) en el vecino suburbio de Canterbury, en Sydney, alrededor de las 3 de la tarde del martes.